¿Te acuerdas de mí?
No soy más que el mismo flaco de siempre
Con un conato de panza que me está haciendo lucir
Como luce una soga cuando en medio tiene un nudo.
El pelo un poco más corto y una tos de cigarro que me despierta en las noches
Vivo en el mismo lugar, calle Mártires veintiocho,
Y aún conservo la cama que fermenta tu humedad.
El mismo lunar, en el sitio donde tú ya conoces
Voy al mismo bar para ver si asesino mis noches
Y entre una nueva cana y el deseo de encontrarte se me gasta la vida
Ya probé con el Yoga, el Hare Krishna y el Budú
Ya probé con un brujo, un adivino y un gurú.
Pero me sigo poniendo viejo, me lo dice cada día el espejo
Y tú no apareces por ninguna parte.
Mi trabajo muy bien, hasta me han aceptado como miembro MasterCard
Y veo más el lado izquierdo que el derecho en los menús
Me he comprado un auto, ya no viajo en autobús.
Pero te extraño a rabiar, al extremo de que nuestra cama no la he vuelto a usar
Y si me cae una aventura la revuelco en el sofá
por no herir al recuerdo que se anida entre el colchón
Soy el mismo de ayer, aunque ya no respondo como antes
Me tendrías que ver cuando ya no se encumbra el deseo
Y entre charlas de Borges y de García Márquez busco un mejor momento.
Ya probé con el Yoga, el Hare Krishna y el Budú
Ya probé con un brujo, un adivino y un gurú
Pero me sigo poniendo viejo, me lo dice cada día el espejo
Y tú no apareces por ninguna parte
martes, 3 de marzo de 2009
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