Si flexiono mis piernas es para escuchar tu panza.
Si me abrazo a tus tobillos, es para hablar, es para hablar con ellos.
Atardece y yo me tranquilizo.
No sabés, ya lo sé, ¿como decirlo?, yo también.
Si me encierro en tus rodillas es para hablar, es para hablar con ellas
es para hablar, es para hablar con ellas
es para hablar, es para hablar con ellas
es para hablar, es para hablar con ellas.
viernes, 6 de marzo de 2009
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