miércoles, 8 de abril de 2009

Pensar que no dijo nada
La mañana que lo ví
Pensar que él amaba tanto
A su divina sissí
Bajé por el callejón con calma
Más no pude resistir
Entonces recé por sasha
Por su amada y por mí
Reptar, reptar
En horas de la siesta
Cambiar, cambiar
Las leyes del amar
Sissí lo volvió loco en una fiesta
Y no volvió a tocarlo nunca más.
Entonces pensó en un arma
En matarla y en huir
Lloró y escribió su requiem
Para sasha y sissí
No hizo más que esperarla

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