viernes, 10 de abril de 2009

Te torcieron el brazo y no bajaste más ni a la vereda;
nuestras pasiones cansadas entristecen a esta era que acaba
sola en tu guarida, sos el secreto de una ciudad perdida;
quiero cantarte para no olvidarte un día y por siempre.
Si una gran caravana sacudiera tus pupilas
con una procesión de ciegos que trafican luces sin brillo
Si tus faroles no arden
por lo menos dame de tu carne;
en mi canción te has perdido, no encontrarte trajo mala suerte
y pregunto
Que pasó? (me pregunto)
Se apaga el cielo, está descolorido
y no lo ves de mirar hacia el frente;
el hambre ciego mordió tu sol
el mar por miedo perdió su quejido eterno.
¡Maldita espera!
Es el mejor tiempo perdido,
te apagás, me apagué o me apagás,
o qué haces, o qué hago

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